Bueno, pues ya he terminado de investigar (al menos, oficialmente) las posibilidades de las tarjetas CTI sobre Linux. Básicamente, todo depende de lo que quieras hacer. Hacer IVR’s basados en líneas
analógicas parece bastante sencillo: Bayonne y Voicetronix. El problema está cuando te quieres ir a líneas digitales RDSI, ya que no parece haber tarjetas que soporten accesos básicos RDSI (sólo primarios, de 30 canales, y se sube un poquito el precio).
Lo que sí se ve es que la falta de documentación es escandalosa… Quizá haya que ayudar algo a estos proyectos si finalmente en la empresa llevamos a cabo algo de esto.
Orkut
Asisto con perplejidad al fenómeno Orkut que se está produciendo… Nadie me ha invitado, así que no sé lo adictivo o maravilloso que puede ser, pero de primeras me parece un poco chorra… No sé 😕
Médico
Esta tarde iré a que me hagan una radiografía. En los últimos días, a la tos que llevo arrastrando unos meses, se han añadido unos pinchazos y dolores en el costado izquierdo… El médico me ha dicho que no me preocupe. El caso es que esta tarde me haré una radiografía para descartar una neumonía. Yo lo que quiero es que den con lo que tengo… Y cuanto antes, mejor.
Casa
El pasado fin de semana seguimos vaciando mi futura casa de enseres familiares. Un montón de libros de texto del colegio míos y de mis hermanos han acabado en la basura: nadie los quiere, ya que dicen que no sirven. Yo me niego a creer en eso, ya que yo aprendí un montón de cosas con los libros de texto de mi hermano (que eran de otro plan de estudios). Ciertamente no sirven para el colegio, pero si que dan cultura general…
El caso es que, ante la imposibilidad de donarlos, han acabado en el contenedor de papel. Junto con apuntes, cuadernos, agendas, trabajos manuales, carpetas, revistas viejas…
Al menos, ¡¡¡ya tenemos una habitación y media vacía!!! 🙂 Hay que ver la cantidad de trastos que almacenamos que nunca volveremos a utilizar. Un consejo: antes de guardar algo, mira a ver si lo vas a utilizar alguna vez en el futuro. Y si no, aunque tenga muuucho valor sentimental, recíclalo. Tu espalda lo agradecerá en la siguiente mudanza.