Un libro bastante interesante. Es una entrevista de más de cien preguntas realizadas a un sacerdote jesuita egipcio, acerca de las creencias y la cosmovisión del mundo árabe, y de los conflictos que acarrea o puede acarrear, en la actualidad, la inmigración del colectivo islámico.
No es un libro alarmista, ni pesimista. Pero deja un mensaje claro: ojo, que el Islam no es una religión cualquiera: no es lo mismo ser cristiano, o budista, o judío, que musulmán. El Islam lleva en sus raíces una mezcla de religión y política, ambos conceptos inseparables. Y la visión no es precisamente la nuestra. Así mismo, el Islam propone un concepto de hombre que, en su dignidad y derechos, no tiene nada que ver con el concepto occidental, que proviene de la tradición cristiana. Y de la mujer, para qué comentar…