He salido de la burbuja en la que estaba metido en ASPL y me he topado de bruces con la realidad, con el mundo. Y, la verdad, es descorazonador. Palpar la superficialidad de la gente me apabulla. Escuchar conversaciones que te hacen ver lo mal que está el patio, la desesperación latente en muchas personas.
Pero lo que realmente me ha chocado mucho es el anticlericalismo latente, al menos en la gente con la que me he topado. La visión distorsionada de la Iglesia que tienen muchas personas. Una visión
muchas veces alimentada de manera irresponsable por algunos miembros de la misma (léase muchos curas)… Pero una visión muy sesgada, al fin y al cabo. Y muy alimentada por los medios de comunicación. Todo el mundo critica que si la Iglesia esto, que si la Iglesia aquello… Pero… ¿Cuántos se han parado a preguntar por qué la Iglesia propone esto o por qué la Iglesia propone aquello? Me da la impresión de que muchos juegan al concurso «el que piensa, pierde».