Iba ayer tranquilamente con mi Seat Málaga Peich y empiezo a notar un ligero olor a gasolina. Al cabo de 5 km, el olor se fue haciendo más fuerte y el coche que llevaba detrás me empezó a dar las largas y a hacerme señales. Tras parar, cuando ví la cantidad de gasolina que estaba cayéndose por el motor, me asusté bastante.
La providencia hizo que hace 2 semanas me hiciera socio del RACC, y de haber tenido un serio problema que hubiera implicado llevar el coche en una grúa hasta el taller más cercano, sólo tuve que esperar a que llegara el coche de asistencia y me hiciera un apaño con el que seguir como si nada. Dos horas después de haber llamado, tenía el coche en orden de marcha en el sitio donde lo paré (pleno Paseo de Moret, al lado de Moncloa). No tuve que soltar (ayer) un duro, y sólo perdí unos
diez litros de gasolina (calculados a ojo, según lo que marca el gasolinómetro).
Las bondades de Ebay
Esta mañana ya han venido a recoger el comedor que puse a la venta hace un mes en Ebay. Esto de las subastas por Internet está muy bien cuando quieres quitarte cosas de enmedio 😀
La semana que viene, nos llevaremos los muebles que quedan al pueblo, y la casa quedará lista para ser arrasada por la cuadrilla de albañiles. (¡¡¡Duro con los tabiques!!!) (¡¡¡Que no quede ni uno!!!)