Ignacio le dijo a José Luis:
Con estas medidas que has tomado no nos queda otro remedio que, para cumplir el expediente, convoquemos una huelga general
Cándido asintió.
José Luis, con tranquilidad, le respondió:
Como sabéis, estas medidas no son sólo más que el comienzo de la serie de medidas que debemos tomar… Las siguientes podrían pasar por eliminar la subvención a los sindicatos, o por subir los impuestos…
Ignacio y Cándido se miraron contrariados. Tómo la palabra Cándido.
Pues va a ser que vamos a dejar aparcada la huelga general, y hacemos que las siguientes medidas a tomar sean subir los impuestos a esos malditos especuladores.
Y todos salieron contentos. Fuese, y no hubo nada.